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Arquitectos: Francisco Pardo Arquitecto
- Área: 49 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Jaime Navarro, Pablo Astorga, Fernanda Olivares
Descripción enviada por el equipo del proyecto. A raíz de los sismos de septiembre de 2017 diferentes oficinas de arquitectura, diseñadores y colaboradores, tanto nacionales como internacionales, se unieron a ReConstruir México, proyecto apoyado por PienZa Sostenible, el cual emergió con el objetivo de sumar esfuerzos para lograr una reconstrucción consciente y sostenible. Diecisiete meses después de la tragedia, PienZa Sostenible ha logrado gestionar más de 150 proyectos de reconstrucción en 6 estados gracias al apoyo de distintos donadores, organismos y voluntarios, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas en comunidades que no sólo sufrieron graves afectaciones en su patrimonio, sino que presentan graves grados de vulnerabilidad y carencias sociales.
Desde agosto de 2017 al día de hoy, se han entregado un total de 16 viviendas en Ocuilan, Estado de México. El proyecto impulsado por #LoveArmyMéxico, y que cuenta con el apoyo de Fundación Origen, ¡Échale! a tu Casa, Fideicomiso Fuerza México y PienZa Sostenible, comprende de 50 viviendas unifamiliares diseñadas por más de 40 oficinas de arquitectura, así como un Centro Comunitario, de T_O Arquitectura.
En el poblado rural Ocuilan de Arteaga diseñamos la casa para la Familia Guzmán, cuando los conocimos, en su terreno de 75m2 había una construcción precaria de madera no aislada a la intemperie de unos 5 por 4 metros con piso de tierra donde dormían Karina, su esposo Miguel Ángel y sus Hijas Annette y Alix, La construcción que sufrió daños irreparables en el terremoto del 19S estaba cubierta con lámina y anexa a esta se encontraba una letrina con cortina de tela que se usaba de baño para todas las construcciones del terreno familiar (5 construcciones, 9 miembros)
Discutimos el programa de necesidades con la familia, qué necesitaban y qué les funcionaba. Lo primero que nos explicaron es que la finca original de la familia se había dividido entre los cinco hermanos, quedando solo una parte del total para poder edificar su casa, y compartiendo espacio libre con las otras construcciones.
Lo primero fue entender que si construíamos una casa de una sola planta, es decir 49m2 en un terreno de 75m2, dejaríamos sin área libre a la familia. Así que decidimos hacer la casa en dos pisos minimizando el desplante a 24.50m2. Esto también nos permitía generar una terraza en el tercer piso donde se observa todo el pueblo, la milpa inmediata y los volcanes de los alrededores, haciendo de la azotea un espacio intimo familiar.
Tratamos de entender la manera especiífica de vivir de la familia, nos solicitaron dos cuartos, una pequeña estancia y una cocina de leña en el exterior cubierta.
Observando la dinámica de la familia, entendimos que la relación con el exterior es muy importante: Karina cocina con leña al aire libre, mientras las niñas juegan en el campo. Esto nos hizo pensar en la cocina como eje central de la casa, el lugar donde se ve todo. Mientras Karina cocina, puede estar viendo el campo, interactuando con su familia y vecinos, y viendo a las niñas.
También entendimos que el baño -a diferencia de lo que estamos acostumbrados cotidianamente en la vivienda occidental y contemporánea- era mucho más funcional que estuviese afuera de la casa, independiente, ya que es un baño que funciona no sólo para la familia, si no para miembros de las otras construcciones en la finca. Nos pareció interesante la idea de minimizar gasto en instalaciones y compartir la capacidad entre los demás miembros de la familia.
Con estos pequeños puntos de las costumbres de Karina y su familia, pudimos diseñar una casa de 49m2 sin perder terreno útil para plantar árboles. También se permite un espacio más de crecimiento a la familia, pudiendo tener un cuarto más en la azotea.
